Los países grandes hablan en miles de millones de dólares (MMD para simplificar).
El nuevo Canal de Panamá costará 5 MMD. El plan de rescate financiero para la economía estadounidense costará 700 MMD. Es tanto dinero que alcanzaría para construir 140 Canales de Panamá, y dicen es más que todo el dinero prestado por el Fondo Monetario Internacional en toda su historia.
Ese rescate fue propuesto, discutido, rechazado en votación de Cámara de Representantes, corregido, luego aprobado por ellos y el Senado, e incluso firmado por Bush, en dos semanas; aún en medio de debates electorales a un mes de las elecciones. El plan incluye métodos de intervención estatal muy diferentes a los que predica el partido en el gobierno, y aunque filosóficamente puedan no estar de acuerdo, ambos partidos tomaron una decisión porque entienden, mejor que nunca, que el tiempo es oro.
Sería injusto compararnos con una potencia. Mejor con Panamá. Decidieron su TLC en menos de un mes. También se comprometieron de lleno en el proyecto del nuevo canal. Ahí también deciden sobre MMD en semanas.
Don Pepe decía que Costa Rica es una finquita. Pues sí. Nuestros proyectos son pequeños: Nueva ruta a Caldera, 0.23 MMD, llevamos 30 años haciéndola de a poquitos. Reparación del aeropuerto Santamaría, 0,1 MMD, diez años peleando para contratar a alguien que lo haga. El colmo, el Nuevo Estadio Nacional costará 0,072 MMD regalados, y aún así alguien fue a la Sala Cuarta para que no lo construyan. Un poco tarde, considerando que ya se demolió el anterior. Es irónico, que toda la Revolución Francesa tardó 10 años (1789 a 1799) cuando no había faxes ni Internet para mover la información. Si hubieran tenido el telégrafo de fijo la resuelven en un año.
¿Qué logran hacer nuestros queridos Padres de la Patria en dos semanas? Bueno, discutir la agenda de trabajo, que todavía no está muy clara, para ver si se aprueba el TLC que lleva 4 y medio años en discusión. Ya se celebra el primer cumpleaños del referendo en que supuestamente decidimos el tema. También han sacado rato para disfrutar nuestro permanente clima electoral, escogiendo precandidatos de una precampaña cuando no han salido aún del trabajo previo.
Esas decisiones que los países grandes hacen en semanas, nos toman tres períodos presidenciales. El TLC empezó en época de don Miguel Angel, pasó a manos de don Abel, hubo Junta de Notables que no tenía poder real para decidir. La papa caliente le cayó al Congreso, que tampoco podía asumir una responsabilidad seria, entonces ya en época de don Oscar intervino el TSE, y Sala Cuarta para que al fin termináramos votando todos los ciudadanos. Volvió al Congreso donde había 38 que sí y otros que no, y de nuevo a la Sala Cuarta; mientras tanto pedimos más tiempo dos veces porque estamos muy ocupados decidiendo. ¿Y si Daniel Ortega decía que no? Ahora faltan los pueblos indígenas. Ahí vamos, sólo falta consultar el Tarot y ya terminamos. Cero capacidad de decisión ¿Cuál delegación de poder? ¿Para qué elegimos gobernantes que no pueden gobernar?
A don Oscar ya le dio medio período sin poder salir del TLC, y la otra mitad se le irá en las elecciones de su sucesor. ¡Cómo pasa el tiempo cuando uno se divierte!
Podríamos ampliar los períodos de gobierno a unos doce años, para que dé tiempo de hacer algo concreto. O por el contrario podríamos hacer elecciones los años pares y referendos los años impares, como deporte nacional, para estar entretenidos. Igual ya vimos que la votación en un referendo no tiene mayor importancia, todo lo decide la Sala Cuarta y el PAC.
Sugiero un método más eficiente : tiremos una moneda. Es rápido, barato, simple y garantiza al menos 50% probabilidades de éxito en la toma de decisiones.
Publicado
La Nación, 07 de octubre 2008. http://www.nacion.com/ln_ee/2008/octubre/07/opinion1728708.html
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