Los ticos,
cegados con la falsa creencia de ser muy diferentes a los países vecinos,
subestimamos el momento crítico de la
historia en que nos encontramos. De siete factores que hacen posible una
dictadura chavista, los tenemos todos.
1. Ego y confianza excesiva.
Hace 20 años
los venezolanos jamás creerían que serían una Cuba: “Vale, chamo, Venezuela es diferente, somos petroleros”. Hace unos
10 años los argentinos tampoco creerían que serían una Venezuela: “Ché, qué decís?, Argentina es diferente,
somos europeos”. Hoy los ticos estamos seguros de que no seremos jamás una
Venezuela o una Argentina: “Mae, Costa
Rica es diferente, somos la Suiza Centroamericana”. Repetimos ese absurdo
porque casi ningún tico ha ido a Suiza. No somos tan superiores a nuestros
vecinos como lo fuimos en 1980. En temas económicos nos rigen las mismas leyes,
aunque legalmente seamos un país un toque diferente. No somos inmunes a crisis
económicas, de corrupción o de populismo. Los venezolanos creían que no votando
en las elecciones, castigarían a los políticos; con eso dejaron abierta la
puerta y cuando se dieron cuenta, Chávez era, democráticamente, su
presidente.
2. Parálisis causa frustración.
En lo económico: la fórmula de la
movilización social es Salud+Educación+Trabajo, ascensor que está averiado: la
Caja da citas con años de espera, la educación pública básica es inferior a la
privada, los cursos del INA son desactualizados, la UCR tienen horario
imposible para el que trabaja, y el desempleo rompe récord de 30 años. Gente
esforzada no logra ascender, a pesar de su esfuerzo. Si desconfío del modelo
tico, pierdo la esperanza. En lo
político: el Poder Legislativo es odiado al por mayor, duran 28 meses en
aprobar una ley; el Judicial deja 90% de los casos impunes; y el Ejecutivo es
considerado corrupto por 75% de la gente. Hay frustración porque se siente que
nos estancamos en arenas movedizas, y el ser humano necesita evolucionar. Los
anhelos no se cumplen, me indigno y desespero.
3. Población permeable a cualquier discurso de
cambio.
Llega el
Flautista de Hamelín tocando la melodía que todos quieren oír:
“Soy nuevo, soy cambio. Acabaré con
corrupción, desempleo, pobreza, gripes y cualquier otro mal que estén
sufriendo”. Las elecciones no se basan en ideologías, son puro mercadeo:
Don Abel ganó porque nos caía bien, doña Laura porque era algo nuevo (mujer
presidenta) y Ottón casi casi logra venderse bien cuando era nuevo (ya no) Ahora
llega al mostrador cualquier producto nuevo (joven para más), y la gente lo
compra, sin importar ideologías, políticas ni su currículo. Se vende una idea
fácil que no exige esfuerzo:
“No temáis,
damisela en apuros, yo te rescataré” y así permea con su discurso a esa
gran mayoría indignada y frustrada. Es fácil vender un cambio, el que sea, porque
moverse en cualquier dirección suena mejor que estar paralítico. En la
desesperación del náufrago, nos agarramos de lo que nos lancen.
4. Modelo piñata es fantástico, mientras duren
los confites.
Cualquier
piñata es divertida, todos reciben un dulce placer de gratis, aunque dure poco.
Hugo Chávez regaló comida, ropa y electrodomésticos a su gente; operaciones de
ojos a los ticos; plantas eléctricas a Nicaragua, ambulancias a Bolivia,
petróleo a Cuba, porque tenía petrodólares a montón. Aún así quebró a
Venezuela, como quien gasta el gordo navideño en regalos. Hoy el Partido
Chavista de Costa Rica ofrece
aumentar el salario mínimo,
dejar sin tope las cesantías, aumentar el
permiso de maternidad…apetitosos confites. Considerando
que tenemos el déficit fiscal más alto de Latinoamérica, es pésima idea
disparar el gasto, pero eso a nadie le importa, si recibirá un confite. En el
plan de gobierno Chavista se ofrece
“Declarar emergencia nacional la pobreza”. Es una gran movida, se los reconozco;
ningún político querrá sonar insensible negando la declaratoria de emergencia. Así
como doña Laura hizo su Trocha, él haría su Piñata. En contratación directa,
sin licitación, se podrían comprar millones de dólares en comida y regalos para
los necesitados. Obviamente las estadísticas de pobreza bajan (temporalmente)
porque todos tienen algo que comer. Aparentemente, hay bonanza desde que el
Flautista gobierna, y
estadísticamente, es cierto.
5. Referendos para adquirir poder ilimitado.
Cuando en lo
económico las masas están felices, es el momento de lo político. Se ofrecen
cambiar leyes con la promesa del benigno líder de que la piñata seguirá
proveyendo felicidad.
A puro referendo Chávez logró que haya reelección múltiple, así como
Ortega es ahora líder vitalicio de Nicaragua. En Costa Rica
también se pueden hacer referendos, convocados por el presidente. Bastaría con
que la mayoría votante tenga un confite en la mano, para que diga que “sí” a
cualquier oferta.
Legal y
democráticamente, el Presiente Chavista adquiere más poder y mayor tiempo para
ejercerlo. No es golpe de estado, no es inconstitucional, no es delito, no hay
cómo frenarlo, es el voto del pueblo.
6. Fanatismo sectario.
El culto al
líder es elemento fundamental de las dictaduras. Así como el cubanito ese Elián
dice que
“si tuviera una religión, mi dios sería Fidel” así se
idolatra aChávez. Básicamente se presenta al líder como intachable, puro, incorruptible,
sabio, y de paso la única opción para salvación. Eso es un mesías. Ya en Costa
Rica hay un nivel fanático extremo en el partido chavista. En la asamblea donde
fue electo candidato el joven flautista,
había una foto de Chávez con velaincluida, cual santo de sacra devoción. Cualquiera que ose cuestionar la pureza
del gran líder, es un vendido / neoliberal / corrupto /idiota /similar. No aceptan que alguien en su sano juicio pueda
dudar de la perfección del gran líder. Estos fanáticos no han sido censurados
por el Partido Chavista de Costa Rica, cuya
candidata a vicepresidenta dice tener “Fe” en la Venezuela de hoy. El discurso de desprecio hacia la religión es sólo excusa para brindar una
pseudo-religión en quién creer. El desesperanzado ahora tiene algo o alguien en
quien creer. Hay mesías, profetas y profecías de una tierra prometida.
Renace
la fe: como ven obras, creen.
7. Ejército es posible.
Cuando se
acaben los confites, se ocupará la fuerza militar para confiscar almacenes
completos, o cerrar medios de prensa que hablen mal del régimen. Pero por dicha
en Costa Rica nunca habrá ejército….¿O sí?
La Constitución (art12) prohibió el ejército
como una institución permanente, pero autoriza convocar un ejército, sujeto al
poder civil (presidente) en caso de “defensa nacional” entendiéndose por
ejemplo una invasión a las fronteras, como de hecho
pasó en 1955, cuando el líder nicaragüense, con apoyo de aviones y tropas de Venezuela, invadió Costa Rica. Hoy en Calero tropas nicaragüenses ocasionan problemas a biólogos ticos.
Tan sólo se ocuparía fingir una invasión del norte, país cuya ideología y
fidelidad es la misma que la del Flautista, con dos o tres soldados metidos en
Los Chiles, y video publicado en YouTube, para que el señor Presidente, en
estricto cumplimiento de un deber constitucional, convoque un ejército para
defensa nacional. Los fanáticos son los primeros voluntarios, siendo más fieles
al líder que a la Patria, en realidad. Tras una escaramuza todo vuelve a la
normalidad, no hay muchos muertos, pero mejor dejar el ejército un tiempito por
si las moscas. ¿Quién se opondría a defender la soberanía, y cumplir la
Constitución?
Legalmente y sin mucho esfuerzo, se puede crear un ejército tico,
que sería ahora un brazo fuerte para el líder chavista.
Querido amigo, compatriota: No somos diferentes a Venezuela ni a
Argentina. Estamos a tiempo de evitar el colapso por exceso de ego y confianza,
debemos ir a votar, y hacer nuestro mejor esfuerzo para que abran los ojos
quienes duermen en los laureles. Es nuestro deber reparar el mecanismo de
progreso para que haya esperanza real. Si hacemos eso podremos estar a salvo.
Creernos infalibles es el inicio de la
caída.