miércoles, 22 de julio de 2009

Teletón con agua de romero.



El agua de romero podría ser agua bendita. Este año por primera vez no habrá romería a Cartago, peregrinación que ya suma unos dos millones de personas, en un impresionante impulso colectivo de fe, devoción y agradecimiento por las bendiciones recibidas. Es un fenómeno de enorme fuerza cultural en nuestro país, innegable aún para los que no compartan la afiliación hacia una iglesia en particular.

Por otro lado, como fenómeno económico anual, es una actividad diez veces más grande que la Teletón de diciembre. Veamos: el romero de bolsillo más ajustado compra al menos una botella de agua y un paquete de galletas para el viaje de ida, y luego se devuelve en bus; este viajero de “clase económica” ofrenda unos $3,50. Otros peregrinos con más recursos se compran un rosario, réplica de la virgencita, o alguna comida adicional; siendo conservadores digamos que gastan el doble que el romero básico, es decir $7. El promedio entre ellos da $5 por persona. Si dos millones de cristianos llevan $5 cada uno, vemos que la romería mueve diez millones de dólares. En contraste la Teletón 2008 recogió menos de un millón de dólares (477 millones de colones), suma que aún así fue muy útil para equipar al Hospital de Niños.

¿Qué se consigue con diez millones de dólares?
La Asociación Obras del Espíritu Santo mostró en julio su albergue La Alegría, en Puntarenas, que será hogar de 90 niños, y comedor para 300 menores; atenderá a madres solteras de escasos recursos, brindará atención sicológica y consulta médica. El padre Sergio se toma en serio que “la fe sin obras es fe muerta”; para este proyecto sólo ocupó 200 millones de colones, o sea, un tercio de millón de dólares. El dinero que gastan los romeros en dos días para visitar un templo permitiría construir treinta albergues, más de cuatro por provincia, que durarán décadas en servicio. Es poner en acción lo que dijo el Maestro: "Lo que hicieron con algunos de estos mis hermanos más pequeños, lo hicieron conmigo"

ALBERGUE: http://www.nacion.com/ln_ee/2009/julio/06/aldea2018130.html

Esos diez millones de dólares ya están presupuestados como ofrenda en los bolsillos de los ticos creyentes. Una Teletón con agua de romero se puede organizar en agosto para obras benéficas muy cristianas. La difusión de la noticia está garantizada, todos los medios de comunicación tienen periodistas, luces y cámaras para cubrir la acción, sólo tienen que cambiar un poco el guión. La Cruz Roja programa un operativo gigante para atender 1500 lesionados; este año podrían dedicar tanto recurso humano y vehículos para recolectar fondos. Además hay policías, bomberos y voluntarios con su mente y agenda listas para trabajar el 2 de agosto. ¿Cómo desperdiciar esta enorme logística? Si se logra convencer sólo a uno de cada diez fieles, superaríamos la Teletón de navidad.

Dios es omnipresente, o sea está en todos lados, así en Cartago como en El Puerto; no ocupo peregrinar para acercarme a Dios, porque Dios está aquí. La romería entonces es una expresión de devoción religiosa, como también lo es apoyar obras concretas, si es que creo en Aquél que dijo “Por sus frutos los conoceréis”.
César Monge.
22 de julio 2009.

Publicado
1. La Nación, 23 de julio 2009.
2. Primera Plana, semanario del colegio de Periodistas de Costa Rica. 27 de julio 2009.

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