lunes, 11 de octubre de 2010

Etiqueta negra de 500 años.

Tras 523 años de añejamiento, en barricas de madera traídas en carabelas españolas, el resentimiento histórico es un brebaje que ahora debemos identificar con una etiqueta negra con calavera y huesos, para recordar que no es un manjar, sino un veneno. Los odios añejos son fuertes en sabor, pero causan ceguera, te impiden ver el futuro, sólo te dejan hablando del pasado. Octubre nos lleva a revisar 500 años de historia de reinos, imperios y pueblos para preguntarnos ¿Hacia dónde vemos? ¿Tenemos todavía abierto el capítulo de colonia española en nuestras mentes salpicado de rencor color sangre? ¿Qué han hecho otros en este largo período con sus sentimientos hacia el imperio de la época?

-Cuando se dio el descubrimiento de América, en 1492, España y Portugal ya habían olvidado sus rencores contra el imperio romano, mercadeaban con ellos e incluso adoptaron la religión romana como suya, al punto de imponerla acá en América. Los odios de la época colonial eran historia antigua, ahora forjaban su propio camino como exploradores mundiales: Vasco de Gama llegó a la India, Colón a América; dejar atrás el pasado les permitió alcanzar su propia grandeza.

-Los Estados Unidos fueron colonia británica, se independizaron en 1783. Ya en 1939 ese recuerdo no estorbó para que junto a Inglaterra y Australia formaran frente aliado en la Segunda Guerra Mundial tan sólo 150 años después. Pensando muy en grande se convirtieron en el imperio del siglo 20.

-Tras esa guerra Alemania se dividió en Este y Oeste, pero como buenos científicos abandonaron el experimento comunista al cabo de 40 años. Del tema ni se vuelve a hablar y hoy celebran más de 30 años de sólida reunificación con objetivos comunes.

- Los franceses e ingleses que alguna vez tuvieron Guerra de los cien años, lograron la maravilla del Eurotúnel uniendo países que varias veces ardieron en odios invencibles.

- Japón cayó de rodillas ante las bombas atómicas, quedando destrozado. Se levantó de las cenizas con trabajo duro, se convirtieron en la segunda economía mundial en unas décadas, vendiendo autos y televisores a todo el planeta, en inglés, incluyendo como su mejor mercado al que antes fuera enemigo, los Estados Unidos. Dejar el pasado atrás los hizo crecer en una forma nunca antes vista en este período.

- Panamá fue invadido en 1990 por los gringos, y 20 años después ni se recuerdan del tema; tras varios gobiernos democráticos, son el país más competitivo de Latinoamérica, hasta amplían su canal, y claramente no están resentidos con los yanquis porque se llevaron a Noriega.

En nuestros países aunque resulte ilógico, todavía hay políticos que nos invitan a beber los odios anti-imperialistas añejados en barriles medievales, con canciones del rencor. Hasta ofenden al rey de España de hoy por las agresiones de hace cinco siglos y dos décadas, un poco más de medio milenio. ¿Por qué no se callan?

En Octubre conviene que repasemos cuánto tiempo hemos desperdiciado revolcándonos en el pasado. Europeos, japoneses y gringos, todos ellos dejaron atrás la época imperial, y pensando muy en grande, ahora lideran el progreso humano en todas las áreas: económica, cultural, científica, social y ambiental. Los latinos cambiamos de imperio pero seguimos pensando como provincianos. La evidencia científica dice que el resentimiento es un ancla para el progreso; al menos yo prefiero soltar amarras y poner proa hacia el futuro.

Ing. César Monge. 12 de octubre 2015. cesarmonge@yahoo.com

2 comentarios:

  1. Estimado César:
    Muy acertado tu comentario.
    Uno de los problemas que tenemos es que no vemos más allá de la nariz y todo se hace a corto plazo. No hemos adquirido la madurez de luchar por objetivos comunes y entender que sólo el trabajo en equipo, las alianzas y el deseo de ser cada día mejores, nos van a sacar del agujero donde nos encontrámos.
    Por eso me gusta el anuncio de Johnny Walker: KEEP WALKING!!! Eso he tratado de hacer en la vida.
    Saludos.

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  2. Yo soy de origen español, pero simplemente me quedo anonadado de oir decir al rey de España que los latinoamercanos deberìamos pedir perdón a España por los conquistadores caídos. Aquí es donde me siento mas indio que Garabito y me lleno de coraje. ¿Cómo se atreve?

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