miércoles, 5 de mayo de 2010

Arte de la Guerra da paz.

La China enorme que conocemos hoy se formó a través de la unificación de varios reinos, proceso que implicó guerras bien manejadas compuestas por campañas cortas, pero muy efectivas del gran general Sun Tzu, quien plasmó en el libro el “Arte de la Guerra” en 500 A.C. la sabiduría espiritual taoísta aplicada que le dio la victoria. Es el compendio más antiguo sobre estrategia, y enseña tanto que a fin de cuentas es un manual útil en la paz. Una guerra bien manejada es mucho ajedrez, y poco boxeo.

Renovamos congreso este 1° de mayo con excelentes ejemplos de cómo se ganan batallas sin pelear, sabiendo usar sumatorias de energía para lograr victorias, aunque implique ceder algo al rival. En lugar de diezmar la tropa en un combate a muerte, es mejor ganar una parte, cediendo otra, y es mejor salir con vida, que perderlo todo en una lucha obsesiva.

Un consejo del general chino es: “donde se intersectan caminos, hay que unir manos con aliados” Un grupo pequeño ya se anotó victorias desde el día inaugural del nuevo Congreso. En número de diputados (tropas) el ML es tercero, sin embargo, pactó con la fuerza más grande una rendición o alianza, sabe que la lucha sería estéril, aplica que “si no puedes vencerlos, únete a ellos”. Esta visión clara de su realidad da resultados concretos a favor de ambas partes, pero enfoquémonos en la fuerza menor. El ML ya tiene garantizadas sillas en la mesa directiva de nuestro primer poder, por dos años, y apoyo a varios de sus proyectos de ley. Ganaron una cuota de poder, harán realidad algunas metas, y sobre todo, ganaron posicionamiento estratégico. Lucen como segunda fuerza política, ya subieron de rango; fueron los grandes protagonistas del 1° de mayo, mientras que el PAC, segundo en tamaño real, quedó como un actor de reparto, que no ganó nada en términos prácticos.

La sabia estrategia milenaria explica esa campaña fallida: en la regla de los números, Sun Tzu anota: si nuestras fuerzas son iguales, podemos librar batalla… si una fuerza pequeña hace un ataque obstinado, finalmente será capturada por la fuerza más grande…cuando el enemigo sea más fuerte en número, podemos evitar que combata…hay posiciones por las que no se debe pelear”. Estos consejos no se aplicaron en el Congreso en últimos cuatro años: una pequeña y muy obstinada fuerza opositora peleó infructuosamente contra la aprobación del TLC, con todo su arsenal: mociones, rompimiento de quórum y salacuartazos. Finalmente, ganó la fuerza más grande, como era predecible. El grupo minoritario gastó tanta energía en esa resistencia, que perdió fuerzas en las elecciones siguientes. No ganó nada, salvo desgaste. El PAC muestra mucho ánimo de lucha, que es bueno, pero sin estrategia se convierte en simples ganas de pelear, que es malo.

La política, así como la guerra, es un arte.
César Monge, 05 de mayo 2010.
1. Publicado en Diario La República, Columna Invitada, 13 de mayo 2010.

1 comentario:

  1. Excelete razonamiento el del chino y como decis de nada sirve pelear si no se obtienen resultados yo creo que eso se aplica no solo en la politica sino en la vida diaria de cada uno de nosotros asi q vivamos felices! jeje

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