Este domingo se elige Presidente.

Confieso, con mucha pena, que en 2002 voté por el PAC; fue el primer y último voto que les di. En tiempo récord pasaron de idea motivadora a grupo reactivo sin identidad propia. Quien sea candidato del PLN será presidente en 2010, según encuestas de muchos medios nacionales. ¿Será cierto? Es simple: si no gana el PLN ¿Entonces quién?

Los que deseaban la revancha del referendo, en manos del PAC, se ilusionaron en falso. El grupo de “SI al NO”, fuerte hace dos años, ya se disolvió. Quienes sumaron sus votos al PAC para oponerse al TLC, lo hacían por indisposición hacia Arias, los ricos o los yanquis; no por su afinidad con Ottón Solís, o eran mariachis desilusionados. Ahora se dividen en tres corrientes:

1. Los calderonistas que sueñan con revivir el PUSC, por cuarta vez proponen a don Rafael Ángel para presidente, y le darán su voto incondicional, aún en medio de juicios por casos de corrupción que no tienen nada de social ni de cristiano.
2. Si se oye el nombre Calderón la nostalgia exige oír el apellido Figueres, y por tanto los que ven al PLN muy neoliberal y poco socialdemócrata fundaron su grupo patriótico donde figura un Figueres y sobran excandidatos canosos que quieren ser re-candidatos. Corrales o Araya, antes coristas en la tarima del NO, ahora buscarán un papel protagónico.
3. La extrema izquierda tiene un amplio frente de batalla, y sólo por la novedad votarán por el que sea su candidato presidencial, aunque no ganarán nada más que la satisfacción de expresarse en las urnas. Aquí podemos incluir a los sindicalistas.

Los votantes de otros grupos no políticos como los ecologistas sumarán un poquito a todas las opciones, por tanto no inclinan la balanza a favor de ninguna, son levadura de otros panes.

¿Podría decir Ottón Solís que la tercera es la vencida? En realidad es su quinta. Decía que no era un político tradicional, pero cuatro campañas nacionales lo convierten en todo un veterano. Primero perdió en dos rounds con don Abel en 2002. Luego perdió dos veces contra Arias; tanto en elecciones 2006 como en el referendo donde don Oscar daba la cara por el SI, y don Ottón por el NO. Dos más dos son cuatro y no hay quinto malo.

Si enfrenta a doña Laura como candidata del PLN, ella ofrecerá continuidad arista; el poder de la gente se decantaría de nuevo entre Arias y Ottón, este último debilitado además por una convención en que le señalaron muchos defectos y recogió en votos menos del 1% del padrón nacional. Si su adversario fuera Jhonny, a quien no puede tachar como candidato oficial de los Arias, deberá competir sobre otra base. El alcalde la tendría muy fácil; basta con explotar que lleva 15 años realizando proyectos tan concretos como un adoquín mientras que Ottón dejó la función pública hace 20 años y desde entonces sólo da discursos y escribe cartas.

Todo lo anterior determina que la oposición está débil y dividida, pero, ¿Cuál es la fortaleza que tendrá el PLN? Novedad. Es más fácil vender un producto nuevo que uno reciclado, porque capta la curiosidad ingenua del comprador, como la nueva versión de Windows que instalamos confiando en que será mejor que la actual. Laura o Jhonny nunca han sido candidatos, todos los demás partidos han reciclado nombres demasiadas veces.

La bola de cristal dice que en el 2010 el PLN pondrá presidente, no revivirá el bipartidismo, sino que tres o cuatro fuerzas menores tratarán de surgir cada una por su lado, con algunos diputados, que podrían declararse independientes con cualquier excusa. La fracción del PAC seguirá con su autodesignado rol de auditores-fiscales: revisarán lo que otros hacen, encontrarán suficientes vicios (reales o imaginarios) tales que sea necesaria una audiencia en Cuesta de Moras con muchas luces y cámaras, pero poca acción: pedir la renuncia de alguien. Necesario, sí, pero los auditores no sirven como ejecutivos; para dirigir se ocupa creatividad, los auditores se caracterizan por la rigidez al revisar las acciones de otros. Si el PAC sólo utiliza su cuota de poder para auditar, nunca llegará al Poder Ejecutivo.

Probablemente para el 2014 el PAC tenga una era post-Ottón en que figuras centradas como Macaya surjan y por fin nos digan que es lo que sí proponen. Tal vez entonces se recupere la balanza que el bipartidismo sano provee; mientras tanto, ejerzamos nuestro derecho al voto esta semana, porque este domingo los ticos elegimos presidente.

César Monge Conejo.
3 de junio 2009