
Estamos pensando en campaña política 2014 porque sentimos que este gobierno ya dio todo lo que podía, como explica don Carlos Denton, de CID-Gallup. A algunos hasta nos gustaría adelantar las elecciones, si fuera posible. Como la campaña dura un año, pero el año previo es para buscar patrocinadores, ya está el escenario listo para la obra “Elecciones Costa Rica 2014”.
Al ver el inventario de partidos, tenemos un panorama aún más predecible que en 2010, organizando de menor a mayor hay tres tamaños:
Pequeños y diminutos. Son los partidos minoritarios cuya meta es tener más de un diputado: los de rigor Frente Amplio, PASE y evangélicos; el ML o lo que quede de él, y tanto el PUSC como el PPL tratando de hacer borrón y cuenta nueva con políticos frescos. Haría bien este grupo en poner candidatos juveniles para que aguanten 4, 8 o 12 años de difícil crecimiento antes de tener un chance real de ganar elecciones.
Medio-Medio: El PAC, debilitado por sus propias dudas existenciales. Mientras Mendoza hacía alianzas en la sala del congreso, Otón se metió por la cocina e hizo un pacto con doña Laura en sentido opuesto. El producto estrella del PAC, su código de ética, ya no es de granito sino de hule, y el apoyo al plan fiscal creó tres subgrupos claros: a favor, en contra y los que se oponen a los dos anteriores. La razón de existencia del PAC siempre fue simple: ser la antítesis de Arias (o su TLC, o su marioneta, o su hermano); sin un Arias en escena, el PAC se indefine. Sin ideología común, su apoyo a sindicatos les da un color muy izquierdista para el gusto del consumidor nacional. Además el PAC desaprovechó la oportunidad de proponer un nombre nuevo en 2010 (Macaya, por ej.) a forjar imagen. Ahora deben lanzar a la arena a un candidato “novato” o a un reincidente con fama de mal perdedor. A los votantes jóvenes, que inclinan la balanza en las urnas, no les gustan los “loosers” profesionales, pero sí les gustan las nuevas ofertas celulares del mercado abierto, al que tanto se opuso el PAC, y hacen fila en las ferias de empleo de los call-centers de zonas francas a las que el PAC odia a muerte. Una alianza no conviene porque el mismo PAC ha cuestionado severamente a los eventuales aliados. En su propia lucha interna está su talón de Aquiles.
Aún así, con la crisis de ingobernabilidad y nadadito de perro que tiene el país, ganará el candidato que mejor se acerque a la imagen explotada hábilmente por Otto Guevara antes: “Cambiar ya, con mano dura”. (Aunque no sepamos qué cambiar exactamente).
Si José María Figueres se lanza de candidato, es muy probable que calce con el perfil buscado, y arrase en las elecciones del PLN y nacionales. ¿Con los cuestionamientos del caso Alcatel? Sí, recuerden que fue electo presidente aún con la sombra del caso Chemisse, un homicidio. En este momento, ni siquiera está acusado de nada; le será muy fácil evadir ese bulto.
Ing. César Monge Conejo.
05 de diciembre 2011.