Don Alberto Cañas (q.d.D.g.), cofundador del PAC, todo un caballero culto y estudioso, ya había advertido que la gradería de sol se había metido a la Asamblea Legislativa. Eso fue como una profecía, es obvio que ya se metió también en Casa Presidencial.
Ahora que el Mundial de Fútbol terminó, el presidente Solís se tropieza con dos piedras que él mismo puso en los pasillos de Zapote. La mejor decisión política sería deshacerse de ellas, pero una fuerte red de cuido protege a sus asesores y ministros, dejando por fuera desprotegido al otro cofundador del PAC, Ottón Solís. Al ser tan testarudo e imprudente, el señor presidente paga un alto costo político, generando un innecesario y rápido desgaste a menos de 100 días en el puesto.
Primero, el tal Iván, un asesor de imagen, ha sido el detonante más volátil. Justo cuando el público y hasta el mismo PAC está ofendido por el monto millonario que él ha cobrado de honorarios, pagado con impuestos que todos los ticos pagamos; justo cuando estamos más sensibles al tema, decide ofendernos diciendo que no le importa nuestra opinión, ataca a la prensa, a Ottón Solís y justifica sus ingresos como pequeñeces. Literalmente ha dicho que si queremos le mentemos la mama, que a él le resbala; ya tiene la plata en la bolsa, misión cumplida, lo demás no importa. El peligro de sostener a un asesor así, es que podría generalizarse esa visión de la vida pública al resto del gabinete, y pensemos que el PAC sólo quiere tomar dinero público y nada más.
Por otro lado el obispo-ministro generó tan sólo controversia legal constitucional al convertirse simultáneamente en autoridades eclesiásticas y autoridad gubernamental, pero complicó por sí mismo la condición al enviar a la Asamblea Legislativa un proyecto de ley para asignarle fondos públicos a la propia iglesia que lidera, entre otras, y además crear un ente burocrático nuevo para coordinar una nueva piñata de fondos públicos. Básicamente, la primera innovación que propone es en beneficio directo de su grupo de interés. Parece tener la misma filosofía del tal Iván: lo que importa es recoger dinero, la opinión pública es mantequilla.
Este gobierno aún no ha empezado, sólo están en diagnóstico de 100 días, y dicen que en noviembre presentan su plan. Dado que están apenas planificando el juego, es buena hora para cambiar la alineación titular. Lo mejor para la estabilidad política del país sería que don Luis Guillermo se deshiciera simultáneamente de ambos obstáculos, tal como le sugiere Ottón Solís.
A los amigos del PAC les pregunto ¿Qué diría don Beto Cañas hoy?
Ing. César Monge Conejo.
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