sábado, 27 de octubre de 2012

La felicidad de Costa Rica, ya en serio.

Costa Rica es el 33° país más próspero del mundo.



La felicidad es un asunto serio. Quizás todos resumimos la meta última de la vida en “Ser feliz”, un objetivo tan subjetivo como fascinante. En  Costa Rica agarramos el tema en broma, al darle crédito a un mal llamado Happy Planet Index, que nos ranquea como el país más feliz del mundo. Hasta la ONU fuimos a presumir de ser #1, sin revisar que esa caprichosa lista sólo ve tres factores: expectativa de vida al nacer, una encuesta, y baja huella ambiental. La “baja huella” no evalúa si cuido el ambiente, sólo mide si el país tiene mucha tierra en verde para su nivel de consumo. Un país que además tiene gente longeva, saca buena nota, aunque sufra inseguridad o tire aguas negras al río (Costa Rica, Jamaica, Colombia); y sacan pésima nota los países ricos con poco territorio verde (Dubai, Luxemburgo, Singapur). Sí, Costa Rica es el mejor lugar del mundo para “llegar a viejo en la montaña”; pero hay muchas otras recetas de “felicidad”, con más ingredientes.

Es más objetivo evaluarnos con el Prosperity Index, que mide la “prosperidad” de un país en 86 variables de 8 áreas: Salud, Educación, Seguridad, Economía, Libertad personal, Gobernanza, Capital Social, Oportunidad/Emprendimiento. Le da el mismo peso a todas las áreas, porque subjetivamente cada cual tendrá sus favoritos. Uno será más “feliz” según prospere en el área de su interés: En China quieren más libertades, en India más dinero, y en Costa Rica tal vez más seguridad, o un gobierno que sí funcione, o mejor educación (elija usted cuál). Este índice lo elabora el independiente Legatum Institute de Londres, entre 110 países, que incluyen al 90% de la población mundial.


Aunque carece de un factor ambiental, este ranking tiene mucho sentido: Arriba, los países multi-dimensionalmente más prósperos incluyen Noruega, Dinamarca y Australia. Al fondo están Pakistán, Etiopía y Zimbawe. En el mapamundi, en general, la alta prosperidad se ve en Europa Occidental, Canadá y Estados Unidos, Japón y Australia. La prosperidad promedio está en Europa Oriental, Suramérica y México, mientras que el rango inferior se concentra en África, Ecuador y tres países de Centroamérica (adivine usted cuáles). En la parte alta del rango medio Costa Rica ocupa el lugar 33, Panamá 37 y Chile 31. El Salvador en casilla 77 apenas escapa del rango no-próspero donde Guatemala es 84, Nicaragua 86 y Honduras 87.  El atlas interactivo permite comparar países, regiones y ver detalles de cada indicador. Es un gusto explorarlo en www.prosperity.com

¿Qué receta usan los países para ser más prósperos, en múltiples dimensiones a la vez? La revista Forbes analizó los datos de Legatum y encontró ingredientes comunes: 1-Democracia operativa, Singapur es la única excepción en el top 25. Cabe resaltar que los ciudadanos están bien educados para tomar decisiones. 2-Sólidas libertades personales y derechos humanos. 3- Gran seguridad social en educación y salud. En este factor humano son socialistas, pero en producción de riqueza son muy capitalistas. 4-Hay oportunidades y rapidez para apoyar el emprendimiento. En lo peor de la crisis, Estados Unidos generó medio millón de nuevas empresas por mes, un récord. Saben que salgo de los problemas trabajando, y por eso dan acceso a las herramientas necesarias.

Si queremos ser un país más próspero hay que cultivar la felicidad en serio. Cada cual es tan feliz como decide serlo, pero hay condiciones y oportunidades que hacen más probable a cada cual prosperar como ser humano, en el área que elija. Resumo las condiciones para el progreso como “igualdad de oportunidades,  recompensa al esfuerzo individual” En el país feliz soy libre de tomar oportunidades con responsabilidad, tengo apoyo comunitario y se premia mi trabajo. Ese es el terreno fértil para que cada cual siembre y coseche su propia felicidad, y así vivan siempre el trabajo y la paz.

César Monge Conejo.

miércoles, 24 de octubre de 2012

Publicidad positiva sí vende "Move- Eat- Learn" (3 min)

Publicistas de Australia demuestran que promover virtudes humanas, también vende.


La agencia de viajes australiana STA encargó tres avisos de un minuto cada uno, titulados "MOVE", "EAT", "LEARN". A todo mundo le encanta, fueron un éxito viral en Internet, con millones de views en YouTube, lo que resulta en miles de horas de pauta, gratuita. Es un éxito publicitario, motivador.

Esta trilogía es totalmente diferente  a la receta clásica de publicidad que promueven estereotipos o simplemente exageran la experiencia que dará el producto anunciado. En ocasiones francamente se promueven defectos como la envidia, la vanidad, la gula o la pereza.

El mensaje positivo, simple, sin diálogos, resalta la experiencia humana que es conocer otras culturas, en cine puro sin barrera del idioma. Promueve "viajar" como una experiencia humana de aprendizaje.

Acá la trilogía MOVE - EAT - LEARN.

MOVE.


EAT.


LEARN.




Ing. César Monge Conejo.
cesarmonge@yahoo.com 

lunes, 15 de octubre de 2012

El Metro en Dubai, Panamá, Venezuela y Costa Rica.


Estos datos son increíbles:


1. En Dubai hacen un metro con dinero del petróleo. OK, se gastaron $7.000 millones en una joya de la ingeniería. El pasaje es casi gratis, un boleto mensual ilimitado sale en unos 21.000 cls, o se puede pagar 121 cls un solo viaje.



2. En Panamá construyen un metro como el de Barcelona, que vale $1.900 millones. Estará listo en 2013, moverá 15 mil personas de un extremo a otro de la ciudad (14km) en sólo 23 minutos.




3. En Venezuela, que también es país petrolero, se gastaron $4.000 millones…en armas rusas; pero sólo ampliarán una rama del Metro de Caracas (construido en 1977) por un monto de $400 millones. O sea que Venezuela ya podría tener DOS metros como el de Panamá, o la mitad del que tiene Dubai. Esto demuestra que encontrar petróleo no cura los males de un país subdesarrollado.



4. En Costa Rica nos gastamos en consultorías $740 millones al año ($2 millones DIARIOS). O sea que tres años de consultorías alcanza para construir un metro como el de Panamá.... o cada año podríamos hacer dos ramales de metro de los que hace Chávez en una década.

5. En Costa Rica, no están seguros los $6 millones que Miguel Carabaguíaz, de INCOFER, trabajando con las uñas, ocupa para revivir el viejo tren a Alajuela, con vagones Apolo modelo 1983 refaccionados. (Sí, leyó bien, eso se gasta en consultorías en 3 días)

O sea, si explotamos petróleo o gas natural seguro lo gastamos en consultorías y seguimos pegados en Circunvalación. Aquí no hace falta más plata, SOBRA Plata, lo que pasa es que la tiramos a la basura todos los días, o a los bolsillos de una argollita.

Ing. César Monge Conejo
cesarmonge@yahoo.com

Publicado en:
1. La Prensa Libre, 16 de octubre 2012.
 http://www.prensalibre.cr/lpl/comentarios/72420-a-fondo.html


domingo, 14 de octubre de 2012

Seis anclas por soltar en Costa Rica.


Estoy pegado en Circunvalación, un viernes en la hora pico; en 23 minutos tal vez he avanzado un kilómetro.  Mientras se me ocurren cien cosas más interesantes en qué gastar estas dos horas de presa, me entero de que el Metro de Panamá transportará en 23 minutos a 15.000 personas de un extremo a otro de la ciudad (14 km). La línea 1 se inaugurará en 2014, tal como se había proyectado en 2010. 
Como me carcome la cochina envidia, debo convertirla en admiración. En vez de refunfuñar debo preguntarme: ¿Cómo lo hicieron? y tratar de aprender del prójimo exitoso.

Ante todo, no es un asunto de presupuesto. Ese Metro cuesta $1900 millones, menos de lo que gastamos acá en consultorías de gobierno en 3 años ($740 millones al año , $2 millones DIARIOS). Acá hay más dinero.

Anexo dos videos oficiales que anuncian el proyecto.  Uno brinda datos técnicos como su  capacidad máxima de 40.000 pasajeros por hora en cada sentido, que esperan alcanzar en 2025. El otro video  responde preguntas del panameño de la calle. De todo eso tenemos acá, el problema tampoco es de reto técnico.
Eso sí, es notorio que el Metro se ha presentado como lo que es: progreso de una nación.  No es una ocurrencia de un partido o un político, para ganar las elecciones del próximo año, es parte de la filosofía del país para el siglo 21. Saben que el crecimiento y modernización mejora la calidad de vida del ciudadano común. ¿Qué tienen los panas que los ticos no tenemos? Al menos seis cosas:

1. Tienen una visión de lo grande que quieren ser, y se saben capaces. Se visualizan como un país moderno, con la mejor infraestructura de Centroamérica y el Caribe. Se comparan con los vecinos más desarrollados: Brasil, Argentina, Chile. Los edificios más altos de Lationamérica están en Ciudad Panamá (ya no en México DF). Responden a la pregunta ¿Qué somos?

2. Tienen una misión global, saben que son útiles a la raza humana como centro de infraestructura, papel que jugó Habana en época colonial, y Miami en el siglo 20. El Canal, ahora ampliado, es vital para el comercio mundial. Sus puertos de cruceros le sirven al turista latino sin ocupar visa americana, su aeropuerto es un hub que reduce costos al transporte hacia Europa, los oleoductos y puertos facilitan el desarrollo de muchos otros países. Responden a la pregunta ¿En qué somos útiles a nuestros semejantes?

3. Deciden rápido. Cuando aprendieron a administrar una mega obra de ingenería como el Canal, crearon instituciones ágiles para delegar los mega proyectos mediante subcontrato a empresas líderes mundiales. Los plazos de entrega se cumplen. Aprendieron de los gringos que "time is money". Responden con total certeza a la pregunta ¿El tiempo es oro?

4. Tienen democracia funcional. Es decir, cada Poder cumple sus funciones. El Ejecutivo ejecuta obras. Han rechazado la creación de algo similar a una Sala Cuarta porque saben que eso paraliza a los ticos. Se construyen proyectos como en toda democracia: Se busca el beneficio de la mayoría, y se trata de compensar a la minoría afectada, que siempre, inevitablemente existirá. Responden a ¿Qué decisión beneficia a la mayoría de nosotros?

5. Invierten en algo nuevo de alta calidad. El Metro de Panamá será comparable con el de Barcelona. Las esclusas nuevas de su Canal son como las de Holanda, los puertos son como los de Nueva York. Las empresas contratadas para hacer represas hidroeléctricas, aeropuertos o islas artificiales con estándares mundiales del siglo 21. Roma no se construyó con adobes.

6. Valoran el impacto ambiental a largo plazo. La calle costera que se construyó sobre una isla artificial sedimentó grandes zonas de mar, pero al aliviar tránsito reduce la emisión de gases contaminantes, acorta tiempos de recorrido, que a largo plazo, dan balance positivo. Los gigantescos movimientos de tierra del nuevo Canal impactan montañas, pero en un siglo de vida útil reducirán consumo de miles de buques cargueros. Sí, valoran impacto ambiental pero no sólo de la construcción. Preguntan. ¿Cuál es el impacto ambiental del proyecto en toda su vida útil?

Hagamos esas seis preguntas en Costa Rica:

1. Nuestra imagen propia está devaluada, casi con la resignación de que seremos mediocres. Hasta en el fútbol festejamos una "no-eliminación" como si fuera ganar la Copa Mundial. No nos la creemos, ignoramos nuestras virtudes, talentos y oportunidades. 

2. Se nos olvida para qué somos útiles a la raza humana. Ya quedó atrás el siglo 20 en que sólo servíamos el postre (café, azúcar y frutas). Ya saturamos el turismo ecológico, hoy apenas arañamos nuestro potencial como centro de servicios profesionales; No tenemos más turismo porque no tenemos más ingredientes artificiales (marinas, puertos, aeropuertos, carreteras, trenes, centros de convenciones). Por ejemplo, no vemos como un deber con el mundo producir el 100% de nuestra energía limpia, geotermia o hidroeléctrica, y venderla a Panamá para que quemen menos petróleo. 

3. Perdemos el tiempo. Acá gastamos tres gobiernos, un referendo y casi una década para poner en marcha un TLC con Estados Unidos. Los panameños aprobaron el suyo en 15 días. Llegamos a las mismas conclusiones, pero dando demasiadas vueltas. No nos gusta decidir. Nos hemos vuelto cobardes.

4. Ya no tenemos democracia. Un solo diputado bloquea el Congreso con mil mociones, aún con 56 votos contrarios al suyo, y la Sala Cuarta permite a un sólo ciudadano el poder del veto, aún contra el Poder Legislativo en pleno de la mano del Presidente y los alcaldes. Sólo se podría avanzar en el imposible caso del consenso total. Si el consenso fuera posible no se habría inventado la Democracia.

5. Como un abuelito que no cambia su vitrola por un Ipod, así estamos los ticos. Preferimos cien remiendos de la platina que dinamitar esa vaina y hacer un puente nuevo. Aún tenemos el redondel de Zapote, nunca terminamos de ampliar la Avenida Segunda. El miedo al cambio y a tomar decisiones nos dice que anclarse en el pasado es seguro.

6. SETENA se obsesiona al menos seis meses valorando el impacto ambiental de todo lo que sea más grande que una casa unifamiliar, pero no valora impactos a largo plazo. Si SETENA hubiera existido, no tendríamos ferrocarril al Atlántico ni represa de Arenal. Si viéramos cuánta energía limpia producirá Diquís en 100 años de vida útil, no nos pondríamos a defender 100 árboles. Si fuéramos coherentes diríamos "la energía limpia es buena para evitar efecto invernadero" y el mismo SETENA exigiría avanzar con la obra.

Tenemos más dinero que Panamá para construir obras de gran envergadura. Lo que pasa es que aún pensamos y discutimos por pequeñeces. Nuestra pobreza es de actitud, y ahí debe centrarse nuestro cambio, debemos comprar más motores, y menos anclas.

Ing. César Monge Conejo.
cesarmonge@yahoo.com
Publicado en El País, 18 de octubre 2012.
http://elpais.cr/frontend/noticia_detalle/3/73815